3.09.2013

miradas sobre el infinito

MIRADAS SOBRE EL INFINITO
Prf. Pablo Núñez Paz
Lunes 04 de marzo 11.00 h. aula 1.1



En 1965 un extraño grupo que mezcla artistas plásticos, arquitectos y poetas inicia un viaje por la costa occidental de América del Sur. Con medios precarios, cargados de idealismo, pretenden reconocer América como un paisaje esencial con el que identificarse y en el que encontrar una razón fundamental sobre la que refundar su trabajo y su propia vida a través del acto poético. Recorren el territorio desde Punta Arenas y Cabo de Hornos en el extremo sur de Chile, hasta Santa Cruz de la Sierra, en el corazón de Bolivia, declarada por ellos en 1965, “Capital Poética de América”. Lideran el grupo el arquitecto Alberto Cruz Covarrubias y el poeta Godofredo Lommi, son llamados el grupo de Valparaíso y llevan empeñados durante una década en la ambiciosa transformación de la enseñanza universitaria chilena desde su trabajo en la Escuela de arquitectura de la Universidad Católica de Valparaiso. Durante 50 años estas travesías se han ido repitiendo por distintos grupos y escuelas en un descubrir y refundar América mediante actos poéticos y gestos plásticos.


El mayor valor del grupo de Valparaíso es el testimonio de dedicación de una vida a la enseñanza de la arquitectura que se materializa en la fundación de la ciudad abierta de Ritoque, un mundo dedicado al aprendizaje y la investigación en la creación, la arquitectura y la poesía. Esta escuela al margen, libre y no reglada, genera una metodología de la observación que abre un nuevo modo de mirar América, un sistema que permite el aprendizaje y la fijación de conceptos operativos para el despliegue de una proyectación útil y genuina. Este enfoque tiene un eco evidente en la mejor arquitectura chilena actual, es evidente en el caso del sobrino de Alberto Cruz , José Cruz Ovalle y en Germán del Sol su antiguo socio, pero se reconoce también en otros buenos arquitectos chilenos preocupados por encontrar una nueva mirada sobre un país que es ante todo territorio , paisaje que oscila desde el desierto hasta el glaciar, desde la playa brava hasta la pampa, de la cordillera inmensa a las islas que se pierden en el océano.




ITACA

Cuando emprendas tu viaje a Itaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti. 
Pide que el camino sea largo. 
Que muchas sean las mañanas de verano 
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. 
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios. 
Ten siempre a Itaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca. 
Itaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte. 
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
entenderás ya qué significan las Itacas. 

C. P. Cavafis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario